La Dirección de Ordenamiento Territorial y Construcción (DOT), adscrita al Ministerio de Gobernación y Desarrollo Territorial, ha comenzado operaciones oficialmente desde el 12 de mayo con una misión clara: convertirse en una ventanilla única que centraliza y agiliza todos los procesos relacionados con la obtención de permisos de construcción en El Salvador.
Esta nueva institución surge como respuesta al crecimiento sostenido del sector construcción, que ha mantenido una expansión entre el 6% y 8% en los últimos años, según datos del BCR. De hecho, según el presidente de la Cámara Salvadoreña de la Construcción (Casalco), la inversión en el sector alcanzó los $2,350 millones en 2024, con proyecciones de un mayor crecimiento en 2025.
La directora ejecutiva de la DOT explicó que esta entidad nace tras un análisis detallado de cómo, hasta ahora, los permisos estaban dispersos entre distintas instituciones como el Ministerio de Medio Ambiente, ANDA, Obras Públicas, Ministerio de Cultura, Bomberos y otras. Esta fragmentación generaba cuellos de botella, duplicidad de trámites y en algunas ocasiones, largos períodos de espera.
La institución trabajará bajo dos modalidades: integrada e individual. La modalidad integrada agrupa el proceso completo en tres fases: factibilidad, otorgamiento de permisos y verificación, con una resolución por fase. Esta nueva forma de operar busca reducir significativamente los tiempos de espera, tratando de bajar de 880 días a 200 días para obtener un permiso.
Uno de los principios fundamentales de la DOT es que, aunque se agilicen los trámites, se mantiene la rigurosidad técnica. La seguridad de las personas, el cuidado de los recursos naturales, la protección del patrimonio cultural y la inclusión en la movilidad siguen siendo requisitos ineludibles para obtener los permisos.
La ley que da vida a la DOT también establece criterios claros sobre los proyectos que serán competencia de la institución. Solo aquellos mayores o iguales a 250 metros cuadrados serán evaluados por la DOT, mientras que las construcciones menores seguirán siendo tramitadas por las alcaldías.
Este parámetro se estableció con base en evidencia: la mayoría de las construcciones menores a ese metraje son de uso habitacional o remodelaciones menores, como ampliaciones o cambios estructurales en viviendas particulares.
Fuente: Diario El Salvador